1.- (2021) La Bioética en la atención del adulto mayor.
La bioética en la atención del
adulto mayor
En México,
el envejecimiento poblacional es considerado un reto para el Sistema Nacional
de Salud. Desde el 2010, según el INEGI, el 9.1% de
la población correspondía a los adultos mayores de 60 años y en las
proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), este porcentaje aumentaría a 21.9% en los años venideros. Este reto
para el Sistema Nacional de Salud surge desde lo
social, ya que, a pesar de existir derechos humanos particulares de los adultos
mayores, la realidad es que poco se cumple en varios aspectos
fundamentales en el bienestar del adulto mayor: la igualdad
de oportunidades, participación, cuidados, autorrealización,
dignidad, acceso
a la justicia, enfoque de derechos y calidad
de vida, enfoque de ciclo de vida y visión
prospectiva.
¿Por qué no
se cumplen estos aspectos? El Instituto Nacional de
Geriatría en su documento: Hechos y
desafíos para un envejecimiento saludable del 2016, menciona que 6 de cada 10
mexicanos creen que el aumento de edad cronológica y la dependencia son un
binomio inseparable, situación que da a lugar a discriminación, exclusión y
aislamiento social del adulto mayor: “Los estereotipos más comunes son aquellos que
atañen al deterioro de la salud mental y física, así como a aspectos
relacionados con la personalidad de la persona adulta mayor” (Instituto
Nacional de Geriatría, 2016).
Actualmente,
la Organización Mundial de la Salud, propone que el envejecimiento sea activo,
esto se refiere al "proceso de optimizar las oportunidades de salud,
participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a
medida que envejecen. Esto es cierto tanto para individuos como para grupos
poblacionales". De esta manera, estaríamos trabajando proactivamente para
satisfacer el bienestar del adulto mayor y garantizar sus derechos.
De igual manera, la bioética nos recuerda la importancia de dignificar a los adultos mayores. Recordemos que dignidad significa que un individuo sienta respeto por sí mismo y se valore al mismo tiempo que es respetado y valorado. Implica la necesidad de que todos los seres humanos sean tratados en un pie de igualdad y que puedan gozar de los derechos fundamentales que de ellos derivan (Lamm, 2017).
De la falta de entendimiento o diferentes interpretaciones de estos términos surgen los dilemas al final de la vida como son los referentes a: competencia mental, tutoreo en adulto mayor, obstinación terapéutica, eutanasia, entre otros. Así que para poder hacer frente a estos, basta con recordar que el deber moral, como personas, ante la vulnerabilidad de los envejecidos, es respetar sus decisiones ya que son personas dignas, autónomas, proactivas y con aspiraciones (Academia Nacional de Medicina, 2014). Y con base en el capítulo II de la Ley de Los Derechos de las Personas Adultas Mayores (DOF 24-01-2020), hay que tener presente que como profesionales, durante la atención médica del adulto mayor, es nuestro deber respetar la dignidad de éste, siempre.
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